viernes, septiembre 22, 2006

presentamos en Guarda


Nos levantamos con los nervios de la primera presentación en público del Proyecto Hombre, y eso siempre da apetito. Como siempre, el desayuno, portugués. Bollos, mantequilla salada, queso... no podemos agradecer lo suficiente la labor del equipo de producción. Los nervios afectan a casi todos los residentes, y eso se nota a la hora de elaborar un horario de viaje. Tenemos ocasión de conocer a Roi y Xesus, de alg-a, que acaban de llegar a la residencia. Algunos residentes se ven obligados a quedarse en la residencia: tanto el Proyecto Hierro como el Proyecto Mujer andan cortos de tiempo y varios de sus componentes deciden seguir trabajando, igual que los recién llegados de alg-a. Los demás salimos hacia Guarda de forma escalonada.
Tras un viaje largo, lleno de curvas y de cuestas, lo que supone un esfuerzo añadido a nuestro cuerpo, duramente castigado tras cinco días de artisteo, llegamos al muy nuevo café teatro del Teatro Municipal Da Guarda. Maksim Shentelev, Antonio della Marina y John Grzinich, a los que hemos bautizado cariñosamente como La Liga de los Hombres Extraordinarios, ya han montado su estaribel en el centro del escenario, pero tanto Silvia, como Pablo Rega, como nosotros, reivindicamos amablemente nuestro espacio y no hay mayor problema. Realizamos el montaje y la prueba de sonido con la eficiencia que nos caracteriza, y en menos tiempo que canta un gallo estamos buscando el restaurante donde nos darán de cenar. No podemos decir que la comida sea tan espléndida como en Nodar o Parada, pero donde hay hambre no hay pan duro.
El concierto se desarrolla sin contratiempos. Abre la sesión John Grzinich, con un video que grabó en Estonia, y casi sin transición sigue La Liga de los Hombres Extraordinarios, que nos ofrecen una postal audiovisual muy bonita. Que lindo escuchar el Pavia como si estuviese allí mismo, al lado de Americo. Después nos toca a nosotros tres, que ofrecemos uno de nuestros típicos conciertos de improvisación, que al menos logra emocionar a Manuela, que incluso lanza unos ladridos lejanos de aprobación. Después le tocó el turno a Pablo Rega, cuyo concierto con globos, hidrófonos y retroalimentación consiguió arrancar más aplausos que ninguno, y por último Silvia, que decididamente es Proyecto Hombre de corazón, como se puede ver en el vídeo de arriba.
No podemos olvidarnos tampoco de la presencia del Proyecto Mujer en forma de intervención artística con esas postales tan de Nodar.
Después de unos besamanos, recogida y de vuelta a la residencia. El viaje, aún más duro, hace que nos cueste un montón escribir estas líneas antes de meternos en el saco. Mañana a Viseu.

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