al borde del cisma

Calderín nos había hablado del que te vayas del pueblo, y nosotros tuvimos el gusto de disfrutar un pues vete a tu país. Y además retraso del autobús. Sólo la presencia de Tronchimama, en busca de su perro, pudo tranquilizarnos.
Quizás presintiendo nuestra mala experiencia con El Boinas y su señora, la niña de la katana nos fue a esperar a la estación: habíamos quedado con ella para asistir al segundo cinefórum.


Pese a la alegría que puede transmitir el papeo de arriba, nos encontramos al borde del cisma. Así estamos. Lo que en principio se iba a convertir en un evento de dimensiones casi históricas, con varias generaciones de blogueros convocadas, se tornó, otra vez por culpa del mismo individuo, en un tostón. Si en el primer cinefórum ya sufrimos con la guerra de las galaxias turca que eligió, esta vez fue con un horror titulado Robo Vampire. Ya hemos hecho constar nuestra más enérgica repulsa y nuestro veto a cualquier película escogida por este individuo, que no satisfecho aún, amenaza con programar alguna película de los hermanos Calatrava o de Manolo Escobar. Empezamos a pensar que si que son unos cutres, sobre todo por culpa de este señor.
El encuentro con la preadolescencia tampoco resultó como se esperaba. Nos sentimos atacados.







El café, horroroso. Pese a lo que puede parecer en la foto, no se lo bebió. Proyecto Hombre cumplió con Visitor Q y los cheetos gigantes.